Port St. Johns, Amapondo backpacker's... Un parque de diversiones para adultos...
Frená, pará y olvidate de todo... |
Se puede ver al diablo echando más leña al fuego, más tekila en los vasos, y poniendo un "trance" extremadamente estimulador para que no se pare de menear, menear, menear... Si usted no se quiere perder en la perdición, recomendamos una temprana huída a la camucha, y al otro día no habrá sentido nada, ya que el lugar es tan amplio, que se puede estar en el estado que uno quiera y no enterarse de lo que pasa alrededor. Es sinceramente increíble el balance entre el bien y el mal que se ha logrado en este hermoso parador del Transkei.
El ala fiestera... |
Todavía estábamos buscando la forma de gastar un poco de plata cuando apareció Clint, un loquito de unos 32 años, ex heroinómano (adicción por la cual había tenido un infarto y había perdido la movilidad en el brazo derecho), a contarnos ésta historia, y decirnos que se había venido a vivir para siempre a este lugar, no sólo para no recaer nunca más en la droguita, sino que también para hacer de guía hacia las reservas más cercanas... todos los días después de las sesiones de yoga. Y ¿adivinen que?... gratis.
Clint izando el brazo que aún le funciona... |
Luego de quedar tirando patadas voladoras por la primer hora, ya sin saber si tomar un café o empezar a gritar: ¡¡¡La puta que vale la pena estar vivo!!! se te puede cruzar por delante una rubia de unos 40 años, que se puede llamar Tania, que al tiempo que se va acercando, uno ve como se va rajando levemente la tierra, y se te empiezan a trabar las primeras palabras.
Ese es el exacto momento en el que uno se reprocha: “¿para que fumé? si ya sé que quedo muy loco tan temprano”. La pregunta pierde el sentido cuando te das cuenta que la piba se fumó cuatro más que vos, y todo se vuelve nuevamente paz, armonía, belleza, y tranquilidad. ¡Armate otro Cacho! Sí, armate otro... ya fue, ya está... después vemos...
Toto con toda la onda a cuestas... |
Ese es el exacto momento en el que uno se reprocha: “¿para que fumé? si ya sé que quedo muy loco tan temprano”. La pregunta pierde el sentido cuando te das cuenta que la piba se fumó cuatro más que vos, y todo se vuelve nuevamente paz, armonía, belleza, y tranquilidad. ¡Armate otro Cacho! Sí, armate otro... ya fue, ya está... después vemos...
No vaya a ser que se te cruce Angus a regalarte un jugo que sobró, o Kate a rebalsar de energía y buena onda la mañana de todos, y en todos los idiomas. No vaya a ser que te cruces con Simon, el mejor artesano que hayas conocido, o con Claire, la más hippie de las hippies, o con Dean, del que mejor no digo nada, o con Shane con su aura magnánima, sentado, sin hacer nada, y sonriendo.
Claire y la gallega hipponeando a lo loco... |
Decía que no te pase porque la estadía que planeaste por tres días se puede convertir en una de doce, y si uno tuviera que trabajar, las cosas se pueden poner un poco dificultosas y lentas. Nosotros todavía estamos tratando de encontrar la solución a ésta ecuación de tercer grado, y para resolverla, nos vamos a pensar a una playa acá a 200 metros, a tocar el agua que nos dijeron que está calentita. En el camino nos quieren venden langosta y mejillones... que por lo que cuestan, diría que también son gratis...
En fin... Bienvenidos ustedes también al mejor parque de diversiones para adultos, bienvenidos a la Wild Coast y bienvenidos a Port St. Johns y Amapondo Backpacker's. ¡Enjoy and More fire!.
Steve... |
En fin... Bienvenidos ustedes también al mejor parque de diversiones para adultos, bienvenidos a la Wild Coast y bienvenidos a Port St. Johns y Amapondo Backpacker's. ¡Enjoy and More fire!.
Un pedacito del paraíso... |
Hippilandia... |
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