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21 ago 2012
Vacaciones Sudáfrica... Hogsback... ese país de fantasía...

Vacaciones Sudáfrica... Hogsback... ese país de fantasía...

Las tres "espaldas de cerdo"...
Hace rato que la estabilidad emocional te la debo, y como hace tanto rato que te la debo, se transformó en una verdadera deuda externa sentimental. Son créditos y más créditos que uno le va debiendo al corazón y que los va pagando como puede... y cuyas marcas características son las risas externas y los llantos internos... Ese infinito equilibrio o desequilibrio (depende quién lo juzgue) que disfruta promiscuamente del blindaje que nos proporciona un estado de libertad infinitamente beligerante hacia la rutina y la falta de emoción y aventura.
 
Entonces si algo faltaba para seguir surfeando este paraíso emocional, era que apenas despedimos a dos de nuestros amigos que volvían para Argentina, aparezca a visitarnos a nuestra segunda ciudad natal, nuestro gurú oficial sudafricano: el admirable, entrañable e intenso ser que Steve planta ante cualquier entorno, declaraba que se había tomado unos días de vacaciones y se apersonó en frente de la catedral de Grahamstown, en una cálida madrugada de día sábado a llenarnos la vida de mucho más de este quilombo de emocionantes encuentros.
 
Entonces, totalmente insertos en un mundo de fantasía hecho realidad por nosotros mismos, decidimos que ya que nos encanta la ciencia ficción de esta vida alocada, mejor poner quinta y pisar el acelerador a fondo, y todos juntos ponernos el traje virtual para ir a conocer un lugar que a esta altura se había transformado en una deuda pendiente: el pequeño poblado de Hogsback, situado en las montañas de Amathole, provincia del Eastern Cape.


Planeando la estrategia...
Primera noche de emoción...
Monitos de por ahí...
Que no hayamos ido nunca de las tres veces que estuvimos en Sudáfrica, se debía a cierta dificultad para acceder al pequeño enclave de fantasía sin vehículo propio. Pero como Steve estaba con nosotros, y Steve hace de las cosas difíciles hechos minúsculos, en media mañana ya teníamos arreglado un transporte para todos los aspirantes a Hobbits, listo y esperando para depositarnos directamente al corazón de Hogsback, por un precio mucho más que amable, por no decir, ridículo.
 
Una mochilita con dos  pelotudeces y una carpita con sus respectivas bolsas de dormir, iban a ser más que suficientes para los tres días que pensábamos reposar en el mítico lugar. Y digo mítico porque a los sudafricanos les encanta creer que JRR Tolkien se inspiró aquí para dar vida a su archiconocida obra literaria “El Señor de los Anillos”; y si bien este honorable escritor efectivamente nació en Sudáfrica, más precisamente en la ciudad de Bloemfontein, se lo vio tomarse un avión, o un barco o vaya a saber uno que carajos, por última, a los tres años, para según datos no del todos confirmados, nunca más volver. Lo cierto es que podemos descartar el mito, pero podemos hacer un esfuerzo para entender su porqué.
 
Hogsback es un paraíso rodeado por montañas, valles, bosques autóctonos, decenas de cataratas, árboles ancestrales, e infinita cantidad de mariposas y especies de pájaros. Su atmósfera es absolutamente inigualable a lo que estar perdido en el tiempo se refiere y el efecto hongo alucinógeno se puede respirar desde bastante más atrás de su neblina nocturna... y mucho más allá de sus amenazas boscosas. Es literalmente un lugar retirado, jovial y lleno de vida.

Muchas personas declaran haber visto hadas y duendes jugando jocosos en lo profundo de sus bosques, y muchas de las personas que allí habitan declaran facciones muy similares a la de los Hobbits, Elfos o Enanos que caracterizan la famosa obra de Tolkien. Por todo esto y mucho más, se puede considerar que lo único que falta para el rodaje holliwoodesco, es un par de cámaras y algún director de mala calidad transformado en celebridad.


Las chicas tomando un baño místico...
La gente se divierte...
Bosquesito de los lindos...
Alegría, alegría...
Encontramos el lugar para tirar nuestros bártulos en un alojamiento regenteado por Neil, un amigo de la zona de Port St. Johns, que junto a su novia elfa estaban instalados viviendo la vida loca lejos de las obligaciones mundanas de la “vida real”. Por lo demás, lo único que restó fue disfrutar y entregarnos a una maravillosa caminata selvática, que de las supuestas cuatro horas de duración, la extendimos a diez, ya que por momentos nos costó bastante trabajo orientarnos, y por otros, abandonar tan increíble diversión paranormal... Los dejamos en compañía de cataratas, árboles, y un lugar que reposa en lo mitológico, lejos del mundo trivial, y mucho más cercano al mundo perdido...

Hasta la próxima... y estén atentos, ya que muy prontamente los pondremos al tanto de otro pretencioso viaje continental. Gracias por leer, por continuar y por estar. ¡Salud!...


Hike-man...
Cascadas místicas...
Volviendo de hacer las compras...
La banda eterna...
14 ago 2012
Vacaciones Sudáfrica reloaded... Una visita al Addo National Park...

Vacaciones Sudáfrica reloaded... Una visita al Addo National Park...

De nuevo en "casa"...
De regreso ya de tantos desbarajustes en el principado más lindo del reino sudafricano, y ya un poco más apenados porque empezaba la seguidilla de despedidas con la parte masculina de los visitantes del más allá, nos instalamos nuevamente en Grahamstown, a respirar en una casa muy linda que nos habían prestado amablemente unos profesores del pueblo, en la que nos dedicamos a armar la aventura con la que pensábamos sellar los días más argentos de los últimos dos años de nuestras vidas.

Así fue que luego de resolver los asuntos burocráticos más urgentes, que nos aseguraban que las deshumanizadas humanidades de parte de la troop alcanzarían sin mayores sobresaltos su vuelta a la Argentina, aceptamos la amable invitación de los más “pudientes”, y nos subimos a dos autos alquilados para ir a visitar algunos animalitos a una pequeña, pero a su vez, muy amable y accesible reserva de animalitos en el famoso y nunca más alucinógeno Eastern Cape.

La monada invadiendo casa ajena...

Autito alquilado...

Autito alquilado bis...
Claramente toda persona que se acerca a África llega con la idea de la selva o la estepita loca, en donde va a experimentar toda esa vida salvaje que siempre les mostraron en la tele y que no se puede ver en ninguna otra parte del mundo; pero para ser realistas y sinceros, debo aprovechar la ocasión para advertirles a los lectores, que si bien en Sudáfrica se pueden ver estos animalitos, casi la totalidad de las reservas son una farsa, y cuando no son una farsa, son extremadamente caras. 

Los mejores lugares para acceder al contacto en estado natural y realista en cuestión pueden ser Zambia, Tanzania, Kenia, Uganda o el Congo, pero no una mucho más que turística Sudáfrica, en la que a los animales sólo les falta un set de maquilladoras que los empolven para la foto.


Blanco y negro...
De esos miles de ciervos...
El amor...
Aunque conscientes de todo este montaje, si uno está en el baile, baila lo que venga, y por eso nos entregamos a las amabilidades del Addo Elephant National Park, lugar en el que se pueden ver muchas cositas, pero nada que pertenezca a la familia de los felinos... ni hienas, ni rinocerontes... ni etc...
 
Pero por suerte, eso no es ningún tipo de motivo para no divertirse o no pasar un gran momento grupal de comunión con amigos y dejar una huella más de la conquista latina en estas tierras ancestrales. La travesía comenzó en Grahamstown, y se lanzó a la ruta para cubrir los ochenta kilómetros que nos separaban del parque, divididos en dos autos, con un poquito de comida y con mucho sueño por una pre noche rockera en la que entre otras cosas, nos clavamos un asado argento full.


Búfalo a las 1200...
Ele infantitos...
Pumba (Warthog o jabalí salvaje)...
Cebras en la estepa...
Esperamos que las imágenes los diviertan y los trasladen un poco a un hermoso y paradisíaco lugar en el medio de alguna de las tantas estepas africanitas... Con ustedes las tomas más significativas y nos vamos despidiendo hasta la próxima cuando nos traslademos a conocer las tierras donde se rumorea que Tolkien se inspiró para escribir “El señor de los anillos”... ¡Salud!...


Male y Maru a puro safari...
 Se enojó el elefante...
8 ago 2012
El reino inmaculado de Port St. Johns se viste de gala para recibir al circo anual...

El reino inmaculado de Port St. Johns se viste de gala para recibir al circo anual...

El paraíso mismo, Port St. Johns visto desde Amapondo...
Bueno, luego de tanto año, tanto quilombo, tantas idas y venidas, y tantas cosas que no entrarían en libros y más libros, lo lógico, lo sano, lo obvio, lo necesario y lo más esperado del último semestre, era tirar todo a la mismísima mierda y salir corriendo al lugar más lindo de Sudáfrica, y seguramente uno de los más bellos del mundo: Port St. Johns.

Si el cuerpo pide vacaciones, si la cabeza esta cansadita de tanto que tiene que aguantar, y si el corazón esta un poquito percudido por tantos encuentros y tantas despedidas: ¿qué mejor que ir en busca de este paraíso terrenal? para comprobar que redondo redondo barril sin fondo, me chupa todo un huevo, me fumo mil, y me siento a no reflexionar, ni hacer ningún puto balance de nada... y sigo comprobando que vivir es mucho mejor pensando en hacer lo que se me cante un huevo cada segundo del día, y que los balances de lo positivo y lo negativo se los pueden meter todos juntos, o uno por uno en el centro del ojete, y en vez de pensar sólo una vez al año en ello, incorporarlo y llevarlo en automático todos los días de la vida... contradicción mediante.

Tim, el dueño de Amapondo, otra de nuestras segundas casas en Sudáfrica, nos alivianó el traslado al llamarnos por teléfono dos días antes y decirnos que necesitaba acarrear un auto desde Grahamstown hasta el principado, y que nosotros habíamos resultado elegidos por voto popular para tan honorable empresa. Como si esto fuera poco, la excursión incluía un paso previo por la ciudad de East London, para recoger en la granja de Luke y Jandre los equipos de sonido para la fiesta trance anual que suele decorar las vacaciones de muchos freakies sudafricanitos... y no tanto, al ritmo de unas mezclas para el olvido y para el recuerdo... Todo junto...


Nos vamos a la playa nomás...
Esos paraísos sudafricanos...
Cena navideña con la monada de East London...
Esa pasada por la granjita no iba a ser en vano, porque a los dos minutos de recién llegados, Jandre y Luke ya nos habían intimado a compartir una comida sideral post navidad y a pasar la noche en tan tremenda postal del país más austral de África. Como más que el “sí” fácil, teníamos el “no” anulado, en dos segundos nos habíamos sacado la remera y nos pusimos a colaborar con scones para el postre y a ponernos al día de tanta vida bien vivida. Fotos a disposición.

Sino hubiera sido por la urgencia que teníamos por llegar a Port St. Johns a prepararnos para recibir a las tres reinas más importantes de Argentina, hubiera pasado lo de siempre, un día se hubiera transformado automáticamente en vaya a saber cuántos... pero no era el caso, ya que Agustina Olivera, Marina Luna y Malena Casais estaban cruzando el Atlántico para visitarnos y nosotros no podíamos hacer otra cosa, que intentar recibirlas como se merecían.

Como si esto fuera poco, casi al  mismo tiempo volaba la vocación para el dibujo más grande de Buenos Aires... dentro de la humanidad de David Insaurralde; y para ponerle la cereza a la torta mágica, desde Asia también volaba la extravagante personalidad de nuestro pelado estrella, el inconmensurable Ramiro Lago, luego de un par de años de entrega a la vida maorí en tierras zelandesas y previo paso por el sudeste asiático.

“Cinco continentes unidos en un mismo corazón multirracial”... y digo cinco porque los europeítos y los chinos ya estaban tomando hongos esperándonos en el mejor parque diversiones para adultos de la historia.


Las tres reinas del rock...
Davito y Ramón...
No hay PSJ sin vacas en la playa...
En Port St. Johns además de toda la emotividad por tanto reencuentro, nos esperaba más emotividad por tanto reencuentro, porque no era solamente con nuestros amigos que nos reencontrábamos. También nos reencontrábamos con todos los personajes que conocimos en la primera incursión en Sudáfrica y amigos del tiempo... A enumerar: Steve, Dave y Chris, y un circo con muchos de los exponentes de la vidurria pasada, presente y futura... Tim, John, Marianne, Sven, Leora, Heather, Xhantse, Annie, Katz, Simon, Neil, Tandi, Toto, Tania, Francois... y otros nuevos que se iban incorporando como Pinky, Megan, Carmelo y Kyron... La banda de Grahamstown representada por Lee, Ana y Beaven... Qué se yo... Tremendo... Para completar un circo despampanante estaban los chicos de Johannesburgo que son un espectáculo aparte de tanta huevada que se meten, y para la fiesta de fin de año, de más está decir, que llegaron miles de delirios gigantes de los cuatro puntos cardinales...

No hay mucho para agregar porque a Port St. Johns ya lo retratamos en varios post hace un par de años... Eventos destacables: Año nuevo, Fiesta trance, excursión a Mdumbi, “Manija y Manivela” y todos los recuerdos que a pesar de tener el disco rígido en estado más que crítico, se sumaron y se hicieron un lugar en el infinito mar de la felicidad y de la congoja.


Los 4 jinetes del Apocalipsis...
Alta banda en la fiesta de fin de año: NBC "Nothing But Clothes"...
Que no se pare de bailar, que no se pare...
Lo que nos dedicamos a hacer el 80% del tiempo...
Ejemplo mas profundo de la imagen anterior...
Steve y Pablito...
Como no podía ser de otra manera, nos volvimos luego de doce días en la camioneta de Jandre, previa pasada por East London a degustar la exquisita manera en que Jandre suele hospedar a sus amigos. Nuevamente tenemos que agradecer a todos los que hicieron estas vacaciones posibles en todos los términos. Gracias emblemas de Port St. Johns y gracias a todos los chicos que nos vinieron a visitar y a aportar nuevas energías para el comienzo de un año que esperamos vuelva a entregarse enteramente al placer de vivir cada segundo como si fuera el último.

Que la vida quede en la cancha y que la muerte se siga burlando de nosotros todos los días para seguir manteniéndonos vivos y conscientes del placer de respirar... Hasta la próxima y amor eterno para todos los anteriormente nombrados.


Un circo memorable...


Excursioncita a Magwa Falls... 
Guarda con el precipicio... 
Intercambio cultural musical... 
Y claro... todo se empezó a degenerar... 
Mundo marino... 
El artista... 
La salida obligada de todos los dias... 
...Steve...
Las hadas del Rock & Roll... 
Juli y Lee... felicidad extrema...
Megan y Marianne en la noche de año nuevo... 
Esparciendo arte... 
Ramiro, Pinky, Bevan y Marianne...
Dave en plena noche de aquellas...
Pablito y Kaiah... 
Angels Falls...
Despedida de la granja con Jandre y Heather...
1ero de Enero de 2012 por la mañana...
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