2 feb 2012

Amán, Herr Profesor y la pensión de los locos...

Amman: Herr Profesor y Fede compartiendo un cafecito...
Arribamos a la ciudad de Amman, la capital del reino de Jordania, recién pasadito el mediodía. Las intenciones no estaban del todo claras. No sabíamos si realmente nos interesaba conocer y rondar la periferia de tan tremenda conglomeración de exactamente lo mismo, si de aquí nos iríamos hacia otros lugares del país, o si lo único que pretendíamos era acercarnos un poco más a la frontera con Siria, lugar en el que se estaban reportando algunas matanzas indiscriminadas en Deraa, una ciudad de paso obligado si decidíamos incursionar en el fronterizo país musulmán.

Pero todo esto era todavía parte de otra historia, ya que fuere como fuere, estábamos allí, y si estábamos allí, alguna aventura, alguna contingencia, alguna satisfacción... cualquier cosa le teníamos que robar. Y entonces pasó que en el primer dedo que levantamos para intentar llegar hasta la zona céntrica, frenó un auto muy, pero muy bonito con dos simpáticos jordanos dentro, que hicieron un despliegue casi abusivo de la ya conocida hospitalidad musulmana.
 
Así nomás y casi sin frenos entonces, nos llevaron a dar una vuelta que duró algo así como dos horas por los alrededores, no sólo por los de importancia, sino también por los que carecían absolutamente de ella, con lo que tuvimos que agudizar la visual, además de ejercitar enfáticamente el tan controversial don de la paciencia. Nos compraron juguitos y algunas huevadas para degustar, y luego de que casi le imploráramos que nos dejaron por ahí, decidieron hacer caso a nuestras plegarias.

Pero como nada en esta vida parece suceder porque sí, estos dos mucho más que amables y ostentosos jóvenes, abrieron las puertas de su auto justo enfrente de uno de los sucuchos más impresionantes (en todo sentido) que habíamos pisado en el viaje. Ahí nomás nos bajamos, y antes de poder dar cinco pasos, ya había otro musulmanito divino invitándonos una gaseosa para apalear el calor. Los musulmanes son todos unos genios buena onda... salvo que te agarre por algún motivo alguna revolución.
 
Así fue que mientras Juli cuidaba los bolsos, con Federiquillo nos lanzamos a la recorrida hotelera típica, que en nuestro caso no alberga ninguna otra esperanza que encontrar la cama más barata de la ciudad. Por eso fue que a la primera que entramos, fue a la que finalmente volveríamos (luego de requisar algunos otros lugares que eran mucho más decentes, pero muchísimo más caros). Lo que pasaba era, que este lugar al que de a poco nos tendríamos que ir a acostumbrarnos, no llegaba ni con todo el esfuerzo de nuestra asquerosidad, a albergar algún mínimo estándar de limpieza o de comodidad... el olor que se extendía hasta la puerta, era literalmente el de toda la caca estancada que tenía estancada en probablemente todos sus caños.

Para que se den una idea, apenas terminamos de pelear el precio con una persona que se había declarado a cargo, pero que realmente no lo estaba, echaron de la habitación que nos darían para el resto de nuestro estadía, a un tipo que salió caminando totalmente meado en todo el pantalón, el que además, había dejado una linda aureola en la cama que Fede eligió para ocupar. Hasta acá, “lo único que te pido por favor, es que cambies las sábanas, y que me garantices que mientras no estamos, el que está meado no entre al cuarto”.
En la sala de estar de la pensión con Herr Profesor y amigo...
Y aunque la entrada había sido un poco dura, hay que rescatar un par de aspectos que confluyen en estos antros decadentes, independientemente de donde se encuentren. Estos antros en donde generalmente vive gente muy pobre, abandonada, y personas que ostentan un demacrado estado general de salud, hay un despliegue infernal de cordialidad, empatía, simpatía, y por sobre todo, una necesidad gigante de compartir todo lo que se pueda.
 
Y quiero agregar, que esos estados de humanidad que hacen a la necesidad de compañía, marcados con buen recibimiento, cero posturas, y una gran calidez, son lo que nos pagan con creces el hecho de bancarnos cualquier insalubre condición. En estos lugares es donde seguro se van a encontrar aventuras, hospitalidad y una buena parte de la idiosincrasia que los circuitos turísticos no suelen mostrar. ¿Y quién mejor entonces para adoptarnos como hijos en Amman que “Herr Profesor”?.

Herr profesor era el único que medianamente resguardaba parte de su lucidez en el hostal, y que con su gran genio y mística, nos supo guiar y animar durante gran parte de nuestra estadía en la capital. Hablaba un inglés perfecto, y según nos contó, se había venido a vivir a la pensión de los locos luego de haber caído en desgracia laboral, por haber escrito o insinuado algunas cosas en contra del régimen del rey de Jordania, hecho que no nos llamó demasiado la atención, y que por otra parte pasa en todas partes del mundo.

Herr profesor nos vió con la cámara, y luego de contarle nuestras aventuras israelitas, se lo notó muy predispuesto, casi impaciente diríamos, por hacer todo tipo de declaraciones sobre el régimen de Abdalá II Bin al-Hussein. ¿Para qué decir que se despachó con el mismo sinfin de hechos represivos de conocimiento global?, cosa que nos da lugar, aunque sin querer ahondar profundamente en la política de este país musulmán, a poner algunos aspectos llamativos y relevantes a disposición.

Calles del centro de Amman...
Calles del centro de Amman...
Policía inglés es Amman...
Jordania para ese entonces se encontraba en lo que el mundo dio a llamar la "primavera árabe", cosa que a nosotros no nos consta tanto como primavera de un carajo, pero que sí ha llevado a la primera plana de los diarios del mundo, a este conglomerado de países que en general representan los ejes del mal para los países que dictan la economía mundial.

Curiosamente también acumulan mucho petróleo, muchísimas materias primas que proveen al mundo occidental, y muchísimos terroristas que antes eran amigos del mundo libre, y que ahora por lo que se ve, ya no lo son más. Y por eso, cueste lo que cueste, a estos pobres árabes hay que ayudarlos con aviones de la Otan y mucho soldadito de mierda, a que modernicen su represión a la antigua, por una un poquito más moderna, "indolora" y encubierta.
 
Jordania ya casi no tiene nada (más que ser un punto estratégico para EEUU), entonces aquí tanto no le importaba a nadie liberarla de su estado de represión y sumisión, y entonces los hechos no llegaron nunca a ser más que anecdóticos. Había otras prioridades y lugares más interesantes en donde tirar bombas, movilizar tropas y renegociar contratos y participación en las ganancias, como por ejemplo: Libia.
 
De todos modos el rey de Jordania es el hijo de otro rey, quienes vienen gobernando el país desde hace aproximádamente ecuatro mil años. Aunque aquí, y por aquel entonces, no se registraba ni un décimo de las movilizaciones de Egipto, Siria, Omán, Bahrein, o Libia, en las calles se podía llegar a ver alguna que otra aglutinación de ciudadanos, especialmente luego del infaltable rezo de los días viernes.


Por los mercados de Amán...
 
El Facha Martel jordano y el soldado inglés...
Amman de postal...
Uno de los hechos por los que nos hubiéramos sumado a estas movilizaciones, hubiera sido para pedir que saquen de todo el perímetro visual la cara del rey, de la reina, de los hijos, y de toda la anticuada y ridícula familia real, que en este caso, no es como la de España que se pasan de mantenidos, sino que directamente son los que ostentan el cien por cien del poder.

Llega a producir hasta bronca encontrarse meando en un baño y que el rey este ahí mirando nuestros atributos, o que en el correo nacional se cuenten veintisiete fotos de este aparato omnipresente, hasta llegar al escándalo inadmisible, cuando de boca del profesor escuchamos que los ciudadanos llevan una foto del mismo en su billetera, por si tienen algún altercado con la policía. Tremendamente anticuado en propagandista y bastante para reprochar.
 
El país, como bien nos decía Herr Profesor, está sumido en una miseria bastante “democrática”: nadie tiene un mango, y eso es fácil de chequear si a uno se le da por hacer media caminata por las zonas aledañas. Es sucio, dejado, y superlativamente sumiso.


De paseo por Amán y salida con Herr Professor...
En los barrios de Amman...
Todo de tipo de animalitos para la venta...

Dame acáaaa... ¿Qué tocá?...
La población de Jordania cuenta a más palestinos desplazados, que jordanos propiamente dichos, quienes no fueron sacados a patadas aún (como lo intentó en algún momento el padre del rey), ya que la reina es de origen palestino, y en ella recaen algunas concesiones y bondades que se le hacen a este pueblo que nadie quiere absorber bajo ningún punto de vista. Han perseguido varias esperanzas, pero cada vez que pasaron alguna frontera fueron impúdicamente maltratados o exterminados... Todo esto de boca del profesor, nosotros no tenemos ninguna constancia de lo escrito, así que quedará en ustedes intentan corroborarlo.
 
Nuestros días en Amman entonces se gastaron muy rápidamente intentando develar la situación de Siria, para ver si podíamos obtener el visado antes de llegar a la frontera. Nos mezclamos con su gente en repetidas oportunidades, compartimos té, cigarrillos, falafel y mucha, pero mucha shawarma.


De visita en un barcito que nos llevó Herr Profesor...
Paseando en el colorido centro de Amman...
Cuando ya no teníamos muchas más ganas de caminar, nos metíamos en nuestras habitaciones, e intentábamos que no nos agarren ganas de ir al baño, ya que estaba constantemente rebalsado en mierda y el olor no se podía aguantar más de quince segundos. Pero a cambio de eso, también nos veíamos obligado a insertarnos entre las amables sonrisas de su gente y a aceptar comida que los mismos nos proveían con una generosidad que atacaba nuestra capacidad de asombro. Es una ley y una máxima, el que no tiene mucho siempre comparte, el que tiene todo, en líneas generales, todo lo contrario.
 
Recorrimos algunos bares bastante interesantes y conocimos muchos turistas que no sabían qué carajo estaban haciendo en esta capital que no tiene un pendejo as de cultura para mostrar. Lo más llamativo de los paseos por Amman fueron unas ruinas romanas a las que llegamos persiguiendo alguna mina, más que por real interés en visitar o conocer; y cierto cambalache en sus mercados, que aunque sumidos en una cierta rigidez, pero muy hermosas sonrisas, nos regalaron varias charlas graciosas y mucho mucho loco delirante.
 
Decidimos que había que tomarse un respiro antes de intentar la travesía de cruzar hacia Siria sin ninguna garantía, así que nos fuimos a desenterrar uno de los estigmas de nuestro paso por Israel, y sucumbimos a la curiosidad de flotar en el Mar Muerto, pero del lado jordano. Hacia allí fuimos poniendo norte y allí nos encontraremos en el próximo capítulo entonces...

Con una parte de la banda de Amman...
Les dejamos el link del movimiento de Herr Profesor, quien está dedicando sus esfuerzos a difundir los valores de la democracia y del movimiento árabe disidente, y al que le deseamos de todo corazón la mejor de las suertes. Más allá que no estemos de acuerdo con las atrocidades de la Otan y de los miles de organismos implicados a los que le deseamos que se hundan en toda la mierda junta, creemos que las políticas árabes deben ser flexibilizadas. Por eso le deseamos suerte a Herr profesor, porque creemos que él en condición de ciudadano, tiene su accionar más que justificado y autenticado. 

Que a todo el resto de los intereses económicos se los lleve un tsunami. Hasta la próxima, cuando la sal del Mar Muerto sea lo único que nos mantenga a flote...

3 comentarios:

  1. uh, que macana que hayan tenido tan mala experiencia...!! No llegaron ni a las ruinas de jerash ni a los pueblos fantasmas, ni a nada del area de Amman???

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  2. En términos turísticos fue algo aburrida, pero a nivel humano fue realmente enriquecedora... Las ruinas de Jerash y los puntos turísticos alrededor de Amman no lograron captar nuestro interés... En aquel momento decidimos quedarnos a explorar un poco el movimiento y la idiosincrasia de Amman... Quedará para la próxima... Gracias por leer siempre y por estar... un besote...

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  3. jajajjajj AMÉ la descripcion del hostel,
    ustedes me matan...soy su fan nº1!!

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