15 dic 2010

Uganda tours y Viaje por Africa, más entretenido y más barato...

Llegando a Mutukula... frontera ugandesa...
Para abandonar por un tiempo la desidia y la pereza que a mucha honra supimos adquirir en la casa de Trine, no encontramos mejor actimel que salir a puro dedo hacia Uganda. En este caso el octavo país que esta humilde troop cubre en el continente africano, y otro paso significativo en la batalla en nuestro desmedido ascenso hacia tierras egipcias, objetivo principal en este descomunal y todavía desconocido continente. Así fue que cargamos las mochilas sobre nuestras maltratadas espaldas, cambiamos chancletas por zapatillas, y pusimos primerísima hacia la frontera de Mutukula, para ver cuánto tenía de cierto que nos iban a dejar entrar gratis.

Juancito y amigo custodiando los bolsos...
Y arrancamos con ese sentimiento de viaje Don Juan Hernández Lozano: “¡Qué coño!”... No hay nada más estimulante que no tener noción de en dónde te estás metiendo, pero las “ideas claras” de cómo vas a llegar. Lo único que sabíamos era que teníamos que pasar por una ciudad llamada Bukoba, que no queríamos pagar transportes, y que al oficial que te pone el sello, le teníamos que contar una historia para que nos dejara pasar. El resto entonces, y según lo resume muy bien Torrente... es aire. Así arrancó el día, a puro sol, a pura adrenalina, con el orgullo de habernos metido en el bolsillo un país tan delirante como Tanzania, y con la intriga y la emoción de algo absolutamente nuevo a escasas horas y kilómetros de distancia.

Los bártulos de siempre y para siempre...
Aunque al final las escasas horas se transformaron en dos días. A pesar que las distancias no son tan extensas, las rutas no son las mejores y los medios de transporte tampoco los más aptos. Pasamos la noche en algún remoto páramo perdido en el medio de la nada, y luego de algunos autos privados, camiones, mini vans, más el cruce de algún río que se interpuso en nuestro camino, logramos arribar a la empobrecida ciudad fronteriza pisando la hora de cierre.

Ya teníamos listo aprendido y repasado el discurso para intentar evitar el pago, así que luego de juntar valor y sellar el último adiós con Tanzania, fuimos a encarar y a explicarle al supremo comandante pone sellos, nuestra “complicadísima” situación en el continente. En fin, el speech no lo voy a reproducir porque me da un poco de verguenza. 

Me limito a comentar que luego de aproximadamente cuarenta minutos, y de que nos dieran el oscar a mejor actor principal (Juancito) y elenco de reparto, Don sellito nos terminó regalando tres bonitas y circulares estampas violetas, que certificaban que nos podíamos quedar legalmente en el país por un período de treinta días, y aunque todavía sigo sin poder creerlo, realmente lo hizo gratis. Un aplauso y muchos besos en el mostacho para el generalísimo, un tipo de notoria sensabilidad y de acentuada despreocupación. Ojalá todos los generalísimos fueran como él.
Esas fotos mágicas...
Verde Uganda...
Con la sonrisa incrustada en la vida, salimos a espantar a los cambistas y a tratar de conseguir algo para gular y contrarrestar un avanzado estado de desnutrición que ya empezaba a entorpecer nuestros movimientos. Así fue que preguntando, pegando trompadas al aire, y haciendo muchas cuentas para dilucidar si como de costumbre nos estaban intentando timar con lo precios, nos encontramos con el que sería el mejor amigo de nuestros estómagos durante la incursión en este pequeño país bananero: ”Don Chapati” y su pandilla: huevo, Tomatón y Mr. repollo... un sociedad que se encargaría de estropearnos un poco el estómago, pero decidida a asegurarnos las condiciones energéticas básicas para continuar. Dame cuatro mil e inyectame un poco de azúcar con burbujas por favor...
Si alguien pasa y se los lleva nos hace un favor...
En fin... con el objetivo cumplido, y panzones y relajados, nos dedicamos a buscar un rincón para tirar las bolsas de dormir y dejar reposar nuestros maltratados cuerpecitos. La frontera había cerrado, y con ella, el tráfico hasta la siguiente mañana, momento en el que podríamos reanudar nuestra aventuras ruteras para intentar alcanzar “Mbarara”, punto nexo intermedio y necesario antes de rumbear al primer punto de interés propuesto por esta troop: el "Lago Bunyony”.

Nos terminaron invitando a dormir adentro de una estación de servicio. Una hermosa actitud que dejaba entrever la hospitalidad, la buena voluntad, y la predisposición de los ugandeses
Y sueño, chapati, chai, y mates mediante, nos dimos a la fuga con el alba. Volvimos a la ruta y nos encontrarnos nuevamente con los típicos rostros de conductores asombrados, maravillados y desorientados por nuestra presencia. Volvimos a encontrarnos con esa estimulante sensación que nos producen las cajas de camionetas que nos acercan a destino.


¡Sintonizala por internet!...
Camino a Masaka...
Atravesamos un primer pueblo donde nos topamos con un personaje que nos paró para pedirnos pasaportes por ningún motivo, alegando que trabajaba para el FBI, y que estaba controlando el terrorismo en el país. No nos reímos en la cara porque la estupidez rozaba mal gusto. Nunca logramos entender si era sólo un poco tonto, coimero, molesto, o simplemente policía. Una vez superado el intercado, nos levantó una pareja que nos llevó hasta una ciudad llamada Masaka. Durante este tramo, Uganda ya se empezaba a desplegar como uno de los paises más lindos del mundo. 

Las montañas minadas de cultivos... con más tonalidades de verde por metro cuadrado de las que nuestros cerebros podían reconocer. Uganda se iba abriendo paso a pura plantación de banana, infinita variedad de árboles, inmensa cantidad de flores, e inabarcables paisajes de muy extrema y particularísima belleza. 
Absolutamente maravillados y felices con nuestros primeros movimientos por estas latitudes, seguimos viaje hasta Mbarara, tramo en el que además tuvimos los primeros contactos con el Luganda, el idioma oficial, y demás aspectos culturales básicos, históricos y económicos, que siempre resultan interesantes e importantes de aprender, ya que son el arma fundamental para relacionarse.


Si los cuernos los cocinás un buen largo también quedan ricos...
Luego de tres días y dos noches algún camión nos dejó en el centro de Mbarara. Ahora sí estábamos en una inmejorable posición para comenzar la conquista de los sitios más interesantes y sobresalientes de Uganda .Parafraseando a Charly: “la entrada fue gratis, la salida vemos...”. Por el momento ya estamos surfeando nuevas y hermosas carreteras. La parada en Mbarara sólo la hicimos para descansar y tomar una cervecita de fin de semana. Nuestro próximo destino en menos de veinticuatro horas. Sepan que estamos brindando a su salud y que restan muchísimas aventuras más... Un beso, un abrazo y enseguida volvemos...

La hermosura de las rutas ugandesas...

1 comentarios:

  1. Uganda y Ruanda son 2 paises qe tengo en mi wish list!
    Ansiosa de leer mas y mássss

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