Arambol, corazón y meca del hipismo "Sarkany"…
Arambol... La meca del Hipismo "Sarkany" en India... |
Llegamos en un bondi llenísimo de calor que nos dejó exactamente en la entrada de este mini hippie town llamado Arambol. Está casi de más decir que Arambol puede ser considerado una sucursal de un Ibiza venido a menos, y que dista bastante de parecerse a la mejor versión de India. Salvo por un par de indios que merodean tratando de vender algo, un par de “paratas” y mucho massala chai, todo el resto de los códigos ambientales indican que estamos en una Europa de post guerra y desmejorada, con muy pocas esperanzas de producirle algo piola a la humanidad, más que una repetición eterna de grupos de gente buena onda, que bajo los efectos del porro y bastante LSD, tratan de construir un mundo mejor que jamás van a lograr.
Entrada de Arambol... Sector de llegada... |
Con el hecho consumado, bajamos las escaleras hasta el “resto-bar” y vimos que la Rubia estaba enyoguisada, dibujando muy abstraída al lado de “El Budita”, y rodeada por una banda de indios fumanchúes que marcaban territorio a lo indio Mumbai. De la onda “te la compartimos, pero esta parada es nuestra”. Si no fuera porque la Rubia se había tomado un fly a dos galaxias de distancia del punto medio en que siempre nos encontramos, la agarraba de la mano y me la llevaba corriendo a vivir con Bonnie al hostal de al lado.
Hostal "Ave María"... |
Rubia y budita enyoguisados... |
La Rubia también lo sintió y directamente se fue sin despedirse. Vico que está muy lejos del mundo de las percepciones, sólo leía el ambiente de una forma mucho más esquiva, específica y racional. Si algo alivió el vacío emocional de aquel momento, fue darme cuenta que la Rubia me sentía, y que nuestras presencias no eran sórdidas la una con la otra. Muy probablemente, ese mutuo reconocimiento, fue el motivo real por el que nos teníamos que separar. La tarde pasó, y con el tiempo y después que cada uno concluyó sus procesos, la desconexión también.
La famosa playa de Arambol... |
Salvo la segunda, el resto me parecían opciones descartables, y como suele acontecer según Murphy, la segunda era justamente la que no era. Acto seguido: un circo de gente buscando exposición. Un poco de exageración de la impostura, y otro tanto de contradicción extrema en algo así como trescientos metros de playa de una arena no tan blanca. A grandes rasgos calculo que totalizaban aproximadamente un 70% de las personas que se veían en la periferia, de los cuales podemos aventurar que un 50% eran lo que comúnmente en el barrio se denominaría como: “vende humo”.
El "Sunset Point" en Arambol... |
“¿Pero vivís en España?”. “No, bah, sí, pero sólo seis meses porque después me voy por ahí a seguir las ferias”. “Ah piola, entonces vivís en España y viajás unos meses al año”. “No, bah, sí, es que en realidad el último año viví en Grecia con una novia griega”. “Ah mirá vos che... ¿pero vos no sos griego, no?”. “No, bah, si, es que en realidad soy como un ciudadano del mundo. Ando por todos lados”.
Generalmente, en ese momento invaden al cuerpo infinitas ganas de meter un piquete de ojos fulminante, pero bueno, también sabemos que la violencia no lleva a nada. No se dan una idea señores lectores la cantidad de “ciudadanos del mundo” que que hay en Arambol, que hacen temporada en Europa y se vienen a gastar el amarrocamiento a India. Es tremendo. Mucho shampoo de orquídeas con aloe vera, meditación perfumada y galaxy yoga.
Uno de los dos bolichones más concurridos de Arambol... |
Leticia... |
Lao... |
Estaba el mar caliente, la inauguración de la verdadera temporada de barrenadas. Estaba el colombiano que siempre pedía un porro por las dudas. Estaban las caminatas, los kioskos que quedaban abiertos, las sorpresitas nocturnas con las que nos podíamos ir a dormir tranquilos. Estaba la vida transcurriendo para que luego uno descubra muchas más capas de hermosura en la memoria. Estábamos en el presente, en el segundo a segundo, pero también estábamos a años luz, tratando de entender un poco más el mundo.
En conclusión: Arambol fue muy Arambol, con encuentros, con
desencuentros, con sentimientos que tendrían que esperar, y con otros que se
acoplarían al alma del viaje. Cócteles de todo junto, agregando emociones,
crecimiento, y aprendizajes a la vida. Lisérgico, como de cuentos de hipismo fashion,
y con no tanto para ofrecer más que mucha excitación y gente, que como a nosotros,
le gusta bastante fumar porro.
Hasta la próxima entonces, cuando la vagancia nos gane la batalla para siempre, y encontremos por fin, "ese" lugar de descanso en el mundo. Véngase con nosotros hasta Gokarna, le prometemos que no lo vamos a defraudar.
Hasta la próxima entonces, cuando la vagancia nos gane la batalla para siempre, y encontremos por fin, "ese" lugar de descanso en el mundo. Véngase con nosotros hasta Gokarna, le prometemos que no lo vamos a defraudar.
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