Hue, los Bicibandoleros asaltan las "Tumbas de Tu Duc"…
Bicibanrockero posando para la foto en las "Tumbas de Tu Duc"...
Esta segunda entrega ocupa un lugar privilegiado en
las andanzas en Hue, ya que como hacía mucho que no sucedía, nos calzamos los
trajes de bandoleros y nos fuimos a robarle un poco de turismo a Vietnam. Así
fue que durante alguna calurosa y nublada mañana vietnamita, decidimos alquilar
unas bicicletas estacionadas en la puerta del hotel, que por el módico
costo de un dólar por cabeza, serían las encargadas de acercarnos hasta las tumbas
imperiales de Tu Duc... al parecer, las más bonitas de las “Siete tumbas imperiales
de Hue” (Link con información que lo confirma). Nos lavamos la cara,
llenamos las botellitas de agua, preparamos el mapa, y nos mandamos a mudar
antes que el sol empiece a derretir el pavimento.
A puro pedaleo empezamos a recortar los diez
kilómetros que nos separaban de las tumbas de los ex emperadores y sus respectivas
familias enterradas. Como en principio la excursión había sido diseñada como una
simple excusa para poner en funcionamiento nuestro día, encaramos la peripecia
con mucha tranquilidad, dejándonos absorber por la envolvente realidad vietnamita
y tomándonos el tiempo para frenar en cada atracción o hecho llamativo que se
nos presentara en el camino. Así fue que nos fuimos topando con parques, plazas y
rotondas, pero más que nada con esa intrincada y descollante arquitectura
vietnamita, que hace que uno no pueda parar de asombrarse y de sacar fotos.
Hue, de camino a las "Tumbas de Tu Duc"...
Hecho llamativo fotografiable...
Arcadas, pequeños templos, y monumentos se reproducen sin descanso por toda la ciudad. Los techos de las
casas y las partes altas de cualquier tipo de construcción resultan particularmente llamativos. Dragones, serpientes y una inacabable variedad de animales míticos son
las figuras más elegidas para reforzar la belleza y la visual de la arquitectura de Vietnam. Al
mismo tiempo los afiches y la propaganda comunista enfatizan un aura de ensueño
en el ambiente. La realidad se tiñe de sepia, como si el viento del pasado
soplara robándole el color al mundo. La sensación la recuerdo recubierta de mucha
austeridad espiritual. Las retinas se me llenan de espirales. Hue sacaba de abajo de la
manga un medio ambiente y una contextualización del espacio, que invadían el
día con grandes dosis de orientalismo lisérgico. Por momentos pedaleaba como
dentro de alguna historieta, con la sensación que todos sabían algo que de
ninguna manera me iban a contar.
Diferentes expresiones arquitectónicas de Hue...
Arcada hacia el paraíso vietnamita...
Propaganda comunista rockeando las calles de Hue...
En represalia a esa actitud egoísta e imaginaria de no
querer revelarnos los secretos atemporales de su intrincada irrealidad, decidimos
que la entrada a las tumbas de Tu Duc la iba a pagar Magoya, o en su defecto
Montoto, ya que al menos nosotros planeábamos saltar el muro por la parte de
atrás, para de esa manera ahorrarnos el mal trago de hacer la cola, y/o disgustarnos demasiado en el caso que no nos llegara a parecer que el lecho de
muerte del emperador, ameritaba el pago de cualquier soma de dinero. Rodeamos las
inmediaciones sin demasiadas peroratas, encontramos un lugar “seguro” para
dejar las bicicletas, y ahora sí, a ver cuántos pares son tres botas. “Uno y
medio si las matemáticas no me fallan”, dijo Vico, mientras chequeábamos 360º que
no apareciera algún indeseado uniforme en la periferia.
“Saltá vos primero que sos rasta-man. Yo te sigo los
dreadlocks”. A partir de ahí, a bancar esos pocos segundos en que uno no sabe
si va a sonar una alarma botona, o va a venir un vietnamita enojado con ganas
de fusilarte y deportarte por estar pasado en argentino. Por suerte nada de eso
sucedió. Simplemente nos limitamos a poner nuestra mejor cara de “turistas”
ejemplares y empezamos a recorrer unas tumbas que no estaban tan cerca de ser
un lugar tannnn mágico y tannnn maravilloso.
Predio de las "Tumbas de Tu Duc" por dentro...
Por los caminos de "Tu Duc"...
Si hubiera pagado un transporte, la entrada, y
puesto más de media expectativa en la visita, muy probablemente estaría
diciendo que es mucho más provechoso quedarse en el hotel tomando alguna gaseosa sabor pomelo, pero considerando la situación de nuestro bandolerismo aventurero
barato, me atrevo a decir que fue un paseo interesante, que nos llevó desde la
cotidianidad y el presente de la vida vietnamita, hasta un opaco pasado
dinástico algo complejo de entender.
La remarcable arquitectura de las "Tumbas de Tu Duc" I...
La remarcable arquitectura de las "Tumbas de Tu Duc" II...
Compilado Tumbitas...
Lo demás fue un poco más de historias de ruinas y
monumentos antiguos. Después que nos aburrimos, montamos nuevamente nuestras
bicicletas, y muy tranquilamente encaramos el camino de la ida, pero a la
inversa. Antes de cortar el pedaleo definitivamente, decidimos exprimir un
poco más el alquiler y nos fuimos a concluir el día a puro pedaleo por los
alrededores de la Ciudad Imperial. Como quien se pide un postre para quedar pipón y
relajado para la cama.
Imagen llamativa en los alrededores de la Ciudad Imperial...
Un policía vietnamita cuidando la muralla de la Ciudad Imperial...
Así terminó esta esplendorosa y apacible aventura, teñida
por esas interesantes dosis de adrenalina que genera saltar muros vietnamitas
en clara resistencia a pagar entradas para ver tumbas y patrimonios históricos
de la humanidad. En fin, esperamos que hayan disfrutado las fotos y los esperamos en el próximo
capítulo. Muchas gracias por llegar hasta acá y esperamos no se sientan ofendidos por nuestro más que inocente y justificado bandolerismo...
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